

La respuesta no pudo ser mejor, nunca había introducido tan rápido a un azor troquelado al puño y la verdad es que quitando los malos gestos iniciales ninguno de los dos hermanos ha realizado el mínimo ataque hacía mí, ni llevan en mano, ni cubren mucho en el guante, etc. Hay que decir que los dos son machos y con las hembras es más delicado y por supuesto mucho más peligroso.
Tanto a Vicentín como a Rubio los paré cuando llevaban voladas una docena de palomas cada uno por problemas ajenos a ellos. Vicentín se fue con su dueño y criador para seguir volando y cazando , y Rubio pasó a englobar parte de mí plantel de cría como futuro donante.
Las crianzas campestres tanto controladas con improntados (CCC) denominadas así por el control diario de los ejemplares a la hora de tratarlos y guardarlos a la noche, como las crianzas campestres totales con parentales o improntados, caracterizadas por hacerse de forma continuada hasta el momento de capturarlos, son una de las mejores técnicas actuales para acercar el estado físico y mental de nuestros amigos aliados a sus parientes salvajes. Con este tipo de crianzas las aves aprenden un sinfín de habilidades que con la cetrería clásica les costaría muchos meses, años o incluso algunas jamás las aprenderán. Por eso la diferencia que existe entre este método y el tradicional es abrumador, es la técnica que más acerca a un ave de cetrería a conseguir la musculatura, habilidad, agilidad y conocimientos del medio de sus congéneres salvajes.
Uno de los principales problemas a la hora de hacer una crianza campestre con improntados es su trabajo y preparación, debido a que se tiene que empezar por hacer un buen improntado, algo que es bastante mas difícil que hacer un parental, y además hay que sumarle la crianza campestre, por eso antes de empezar es bueno estudiar los pros y los contras y determinar si va a merecer la pena el esfuerzo que se le va a dedicar dependiendo del tiempo, lugar, presas, etc., que disponemos cada uno.
A continuación se señala una lista de las ventajas y desventajas que existen a la hora de realizar una crianza campestre controlada con azores:
Uno de los principales problemas a la hora de hacer una crianza campestre con improntados es su trabajo y preparación, debido a que se tiene que empezar por hacer un buen improntado, algo que es bastante mas difícil que hacer un parental, y además hay que sumarle la crianza campestre, por eso antes de empezar es bueno estudiar los pros y los contras y determinar si va a merecer la pena el esfuerzo que se le va a dedicar dependiendo del tiempo, lugar, presas, etc., que disponemos cada uno.
A continuación se señala una lista de las ventajas y desventajas que existen a la hora de realizar una crianza campestre controlada con azores:
Habilidades aprendidas y ventajas:
- Consiguen una musculatura, sistema respiratorio y otras cualidades físicas semejantes a sus parientes salvajes.
- Dominan el aire hasta tal punto que es un disfrute verles volar los días de fuerte viento realizando subidas a grandes alturas y bajando en picado jugando con total seguridad y las térmicas.
- Aprenden a diferenciar las potenciales presas y lo que es más importante también los depredadores.
- Habilidades destacables tras muchos juegos de caza.
- Entran en los árboles como verdaderos azores.
- Saben realizar empuestas, una de las técnicas preferidas por los azores salvajes pero que en cetrería se utiliza poco. Ésta técnica es una de las más efectivas de cuantas existen con los porcentajes de acierto mas altos sobre todo en pluma. Los gavilaneros la conocen muy bien por que sus aves la desarrollan muy pronto.
- El fondo adquirido es sobresaliente en comparación con un ave de cetrería musculada, en lo que a grandes distancias se refiere, capaces de hacer varios kilómetros detrás de una posible presa, o realizar ataques de empuesta a un kilometro, etc.
- Su respuesta al señuelo es muy efectiva tanto auditiva como visualmente puesto que se han criado con este método de forma natural.
- En caso de que se vaya o se extravíe en casa se quedará por la zona por que lo considera su territorio.
- El ejercicio en si es muy enriquecedor tomando otra visión de las aves y su comportamiento, es una experiencia increíble para todo aquel que le gusten las rapaces o los animales en general.
- Una vez hecha se puede realizar los siguientes años como método de entrenamiento al inicio de la temporada.
Puntos negativos o desventajas:
- Con la crianza campestre los azores se asilvestran rápidamente y hay que realizar controles periódicos tanto de peso como de mansedumbre. Este carácter asilvestrado se reduce mucho si la campestre no es diaria sino combinando periodos de dos o tres días de vuelo con uno de percha.
- Para realizar la campestre con improntados es necesario emplear mucho tiempo, dos meses para criar un pollo mediante impronta más al menos un mes, o lo que cada uno quiera, de vuelo libre.
- Riesgo de muerte, lesión o pérdida del ejemplar por casos como carreteras cercanas de mucho tráfico, escopeteros, palomares, gallineros, depredadores, etc.
La crianza campestre controlada y la crianza campestre total, ambas son geniales y tienen el mismo fin, pero existen entre ellas varias diferencias de las que voy a destacar las más evidentes. La principal diferencia es que por lo general la primera se realiza con improntados y la segunda con parentales. Otra diferencia muy importante es la duración de cada una, mientras la crianza campestre con parentales es más difícil de controlar y alargar en el tiempo, la crianza campestre con improntados se puede alargar lo que cada uno quiera, además, se puede usar también como fase de musculación inicial en cada temporada.
Gas, mi macho de Azor finlandés, vuela suelto al inicio de las temporadas y en un par de semanas se pone muy fuerte, mucho mas que si lo volaría al puño. Cuando ves un pájaro ya mudado que tiene crianza campestre lo notas, tienen una potencia de vuelo y una precisión tanto a la hora de manejar el aire, como en sus maniobras, dignos de un ejemplar salvaje. Es difícil transmitir ese poder a alguien que no lo ha vivido y más a quien considera que los azores ya van bien como van y nunca se molestarían en muscularlos.
En varias ocasiones, Gas, con quien empecé y tuve la primera experiencia, ha demostrado los resultados de este tipo de técnica dejando atónitos a cuantos le han visto volar. Recuerdo un día cerca de casa que junto a dos buenos amigos cetreros decidimos echarle una paloma de escape, a la cual apenas le quitamos una puntita del ala y la encerramos en un zarzal. El escape fue ideal, los perros entraron desde nuestro lado obligándola a salir por el otro, de tal forma que el azor para cuando vio la paloma esta ya estaba volando a varios metros con su consiguiente ventaja. Como si de un muelle en tensión se tratará salió catapultado como sólo azores y gavilanes saben hacer, y comenzóuna persecución de infarto en la que el azor le fue recortando la distancia que les separaba hasta que la paloma decidió ascender, usando la técnica mas efectiva contra los azores, aún así Gas no se dio por vencido hasta casi un kilómetro de persecución directa, en parte ayudado por el desnivel del terreno que jugaba a su favor, una vez abandonada la presa comenzó a hacer tornos a unos 80 metros de altura sobre unos robles, una llamada de silbato y volteo de señuelo y de forma instantánea comenzó a venir teniendo que subir toda la ladera, que antes estaba a su favor, recorriendo el kilómetro que nos separaba. Cuando llegó al señuelo uno de mis amigos estaba asombrado por lo que acababa de presenciar, pero el otro, rápidamente como buen observador nos dijo; “lo impresionante no es el vuelo que acaba de hacer, que ha sido alucinante, lo realmente impresionante es que según ha llegado se ha puesto a comer sin jadear lo más mínimo”, y es cierto este pájaro sólo jadeaba por otros motivos como sustos en el guante pero jamás por volar.
En otra ocasión, y con otros dos amigos en un coto donde solíamos cazar, debido a la ausencia de perdices ese día decidí volarle en unos pinos a toro suelto, algo que practico mucho donde vivo en busca de las becadas. Nada más soltarle se fijó en un bando de palomas que estaban comiendo en un sembrado a casi un kilómetro de distancia y tras pensárselo un par de minutos, en espera del mejor momento para actuar, salió realizando la empuesta más larga que yo he visto, y si no llega a ser por la cantidad de ejemplares y su consiguiente facilidad para detectar un depredador, podía haber acabado en éxito pero no fue así y al llegar se posó en una casa, toque de silbato y con respuesta instantánea comenzó el regreso hacía nosotros algo que de nuevo impresionó por la tremenda distancia a cubrir. Y es que como me han dicho en varias ocasiones, ¡no le costaba volar! Esa es la impresión que da, puede comenzar una persecución tras una perdiz que jamás la abandona vuele lo que vuele.
Recuerdo un lance a perdiz en la que teniendo el azor en el puño, se debatió y sin soltarle vi la perdiz que pasaba volando a unos 80 metros de distancia y se perdía en el borde de un pinar donde comenzaba una cuesta hacía abajo muy larga, acto seguido a la primera debatida, solté pihuelas y comenzó la persecución sin ni siquiera ver donde estaba ya la perdiz puesto que esta ya había pasado el borde del pinar, yo respondí de igual manera, salí corriendo detrás para ayudar lo más rápido posible a sacarle de nuevo la perdiz en caso de encerrarla, aunque sinceramente casi era ridículo pensarlo. Al llegar al borde del pinar, había corrido unos 80 metros y ya no veía ni a la perdiz ni al azor, aún así, decidí seguir corriendo hacía abajo en la dirección que creí habían tomado los 400 metros aproximados, para terminar en una reguera que era muy querenciosa por las perdices del entorno. Al llegar no tardé más que unos pocos segundos en ver a Gas, subido en un poste de apenas un metro desde el cual miraba la reguera como si de un setter haciendo la muestra se tratara, acto seguido me metí en ella y comencé a patear y dar palmadas a la vez que maldecía por no tener los perros conmigo, pensando que era imposible sacar la azorada perdiz, pero como en esta vida no hay nada escrito, para mi sorpresa sucedió; la perdiz salió a unos 15 metros de donde estaba el azor a lo que acompañé con la grita, pero no vi detrás el azor así que miré donde estaba posado y le vi debatiéndose colgado del poste, se me paró el corazón momentáneamente de la impotencia de verle en esa situación, y en lo que subía de la zanja, el se soltó y no dudó en comenzar de nuevo el ataque tras la perdiz que ya estaba a mas de 200 metros de distancia, no me creía la mala suerte, pero al verle volar me entró un subidón de adrenalina en el cuerpo que me ayudó a correr más viendo el esfuerzo de mi amigo. De nuevo calculando donde podían haber parado, a unos 500 metros de distancia, veo a gas posado en un zarzal haciendo equilibrios mirando de nuevo hacía abajo, esta vez la herida era más pequeña, sólo eran tres zarzales, no tenía escapatoria pensé.. y así fue, me acerqué y llamé a gas al puño, y una vez en él comencé a buscar la codiciada perdiz, la cual nos arrancó con su sonado aleteo del último zarzal a unos 10 metros y esta vez Gas salió como disparado y no la dejó volar ni 30 metros. Cuando observas algo así y sobre todo participas en ello, te quedas en un estado de felicidad y poder indescriptible, y sólo echas de menos, como buen humano, el no tener a alguien cerca para compartirlo y celebrarlo. Y es que sólo hay algo que sea mejor que un buen día de cetrería y es un buen día de cetrería en compañía de buenos amigos.
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